La asombrosa habilidad verbal de Martínez-Almeida

R. Ventureira

02/03/2021
Actualizado 03/03/2021 a las 09:38h.

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida , fue a divertirse a 'El Hormiguero' . Y a fe que lo hizo. Se divirtió y divirtió.

Según pisó el plató ya fue víctima de la filosofía 'El Hormiguero' , que se caracteriza por la falta de líneas rojas a la hora de entretener y hacer reír. Había publicado el regidor madrileño un tuit en el que comentaba que esperaba estar a la altura en el programa, lo que dio pie en Twittter a comentarios varios sobre su estatura y la del propio presentador del espacio, Pablo Motos . Para resolver dudas, ambos pasaron por el metro. «Gano yo seguro», pronosticó el político.

Pero no. Marcó 1,66 metros, por los 1,68 de su rival. «Has sido un gran competidor», bromeó el presentador. A vueltas con la talla, Motos le preguntó a Martínez-Almeida si cuando navega por Internet le aparecen anuncios de zapatos y similares para ser más alto, que es algo que a él le ocurre. No es el caso. «Pero la primera búsqueda mía en Google es 'Almeida estatura'. La segunda es 'Almeida novia'», reveló. El presentador preguntó unos minutos después de nuevo por el asunto sentimental, y al sorprenderse de que el personal sea tan curioso como para buscar en la Red si el alcalde es soltero o no, obtuvo esta chistosa reflexión: «Es que a la gente le extraña que con mi físico no ligue» .

No le duelen los chistes sobre su estatura. No le duelen las mofas. Tampoco los apodos, aunque es cierto que uno de ellos («Carapo...»), pronunciado por un chaval, sí le hizo cierta pupa un determinado día. «Suelo separar lo personal de lo político. Todos sabemos lo que me llamaban al principio... Iba yo una vez por la Plaza de Pablo Ruiz Picasso y había unos chavales... Y uno que ni 18 años tenía me gritó eso. ¿Merece la pena envenenarle de esa manera? Fue la única vez que me dejó un poco tocado». Pero asume que esos desprecios van en el cargo, ese del que está tan orgulloso. «Me levanto y me sale una sonrisa. Porque soy alcalde de Madrid. ¿Sabes el privilegio que es ser alcalde de Madrid? Cuando me levanto lo primero que pienso es 'qué suerte tienes'».

En la entrevista hubo tiempo también para hablar, cómo no, de política. No teme que el presidente de su partido envidie su buena imagen pública: «Si me hubiera cogido manía no sería portavoz nacional del partido», replicó. Se mencionó el ' Caso Bárcenas' : «Quien tenga que pagar que la pague». También se habló de la acusación del ex tesorero popular a Esperanza Aguirre : «Soy muy amigo de ella y confío en Esperanza Aguirre. Espero que acabe lo antes posible y que acabe bien para Esperanza».

Hizo mención al rival político que hay a la derecha del PP: «No tengo ningún problema en pactar con Vox. Dígame una de las 81 medidas [firmadas por los populares con este partido en el Ayuntamiento de Madrid] que no se ajuste al ordenamiento jurídico». Tiene un hermano que se presentó en Soria por Vox , pero «ha recapacitado, y se ha dado cuenta de que solo desde la unidad del centro derecha se puede ganar a la izquierda». Esa unión de un espacio político la reclamó durante varios momentos del programa, e hizo un significativo guiño cuando Motos le preguntó a qué político de otro partido admiraba. «Lo que hizo Inés Arrimadas en Cataluña es admirable» .

Defendió el futuro cambio de sede del PP , y lo hizo tirando de argumentario colchonero. «Me parece una buena idea cambiar de sede. Nos piden ejemplaridad a los que estamos en política. Entendemos la decepción que pueda tener la gente, así que pegamos un puñetazo encima de la mesa y nos cambiamos de sede. Lo importante no es la sede, lo que importa es la calle, que la gente nos vea en la calle. Cuando nos cambiamos del Calderón al Wanda... Mira que en el Calderón he llorado, he reído, incluso he ganado.. y cuando me fui al Metropolitano pues tampoco me dio pena. Porque lo importante no es el estadio, es el Atleti. Por tanto, aquí lo importante no es la sede, es el Partido Popular». Se escuchó una salva de aplausos.

Hubo otro momento atlético, en el que recordó el gol de Sergio Ramos en la final de la Champions . Contó que el día de la final se metió en el coche y dio vueltas y vueltas por Madrid y su entorno... A medida que se acercaba la conclusión del partido tomó camino de casa de su madre. Pasó por el Bernabéu con la camiseta del Atlético , pero no por provocar, sino porque coincidió así. Al fin, entró en el salón y le dijo a a su progenitora –quien 40 años atrás había estado en Heysel viendo aquella final perdida a última hora con el Bayern de Múnich – que no se preocupase, que estaba hecho. «Esta vez ganas la Copa de Europa». Y justo hubo un córner. Y un gol. De Sergio Ramos. Su madre le miró como nunca le ha mirado –mal– y se fue a la cama. Como alcalde ha tenido que elogiar en un acto institucional al Real Madrid , campeón de Liga, y a su capitán, al que le dijo: «De tu vida borraría diez segundos».

De esa sufridora madre volvió a hablar después, cuando reveló que, de niño, le había indicado qué destino quería para sus restos en caso de muerte a tan tierna edad. «Que mis cenizas se esparciesen por la banda izquierda del Calderón », porque era la que corría Futre , su ídolo infantil. El exjugador portugués ya ha comentado el asunto en tono humorístico.

Se vio también al Almeida íntimo. Abrió su casa. Verbalmente. La nevera: «Ketuchup de Mc Donald's, yogures, huevos y cervezas. Tengo un piso de estudiante, no de alcalde». Su habitación: «Duermo con pijama de botones y a rayas». Todos estos detalles se los reveló a esas sagaces entrevistadoras que son las hormigas, a las que quiso hacer un regalo antes de que se metiesen de nuevo debajo de la mesa: «No os ilusionéis, que no es un sobre» , bromeó. Eran unas mascarillas del Ayuntamiento de Madrid.

Mediada la entrevista, apareció Carlos Latre disfrazado de Martínez- Almeida . Hubo momentos divertidos, como cuando cantaron a dúo 'Hey!', de Julio Iglesias .

Pero el más sorprendente de todos fue cuando Motos le preguntó si era cierto eso de que tenía habilidad para hablar rápido, y el alcalde recitó de carrerilla, a una velocidad de vértigo, los dos primeros artículos –apartados incluidos– de la Constitución española. Lo quisieron parar al segundo, pero él quiso cerrar con el quinto. Es el que dice lo siguiente: «La capital del Estado es la villa de Madrid». Su experiencia como opositor de éxito (es abogado del Estado) es el origen de esta exhibición verbal y de memoria, que dejó al público asombrado.

Aún hubo tiempo para el juego de las siluetas de los políticos y los carteles, un clásico cuando alguien de ese mundillo visita el plató del programa.

En este divertimento, eligió a P ablo Casado como compañero de piso y a otro Pablo, Iglesias , como socio para un atraco.

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