Si te has encontrado discutiendo más que de costumbre con tu pareja, podría ser mejor una buena noche de descanso que la ayuda de un terapeuta.

Un nuevo estudio de los Estados Unidos, publicado en el New York Times, ha sugerido que la falta de sueño puede exacerbar gravemente cualquier lucha subyacente en una relación, y que dormir un poco antes de continuar con la discusión podría ayudar a aliviar la tensión.

La investigación del Instituto Estatal de Investigación de la Medicina del Comportamiento de Ohio examinó a 43 parejas, con relaciones que oscilaban entre los tres y los 27 años de duración, y estudió la manera en que las estas resolvían los problemas rutinarios de la relación, incluyendo los asuntos de dinero, el tiempo que pasan (o no) juntos y las relaciones afectivas con la familia política.

Los investigadores encontraron que después de examinar profundamente la conexión entre la intensidad de los argumentos y la salud y el bienestar de cada uno de los participantes, había una correlación directa entre todos esos factores. Las parejas que habían tenido menos de siete horas de sueño eran más hostiles y negativas en sus discusiones, mientras que las que estaban bien descansadas con más de siete horas sobre la almohada respondían con comentarios constructivos e incluso con amabilidad.

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"Cuando la gente ha dormido menos, es como si mirasen el mundo a través de unas gafas oscuras", explicaba el director del Instituto Estatal de Investigación de Medicina del Comportamiento, Janice Kiecolt-Glaserdice a The Times. "Sus estados de ánimo son más pobres. Nos volvemos más gruñones. La falta de sueño daña la relación".

El investigador señaló que las parejas que habían descansado aún discutían, pero al estar en un estado más equilibrado estas peleas eran más fáciles de resolver. "No es el hecho de que las parejas estaban en desacuerdo", dijo Kiecolt-Glaser. "Es la falta de sueño y la forma en que estaban en desacuerdo".

"Las parejas que funcionan mejor podrían hacerlo con humor y amabilidad, pero seguían discutiendo. Por otro lado, las que estaban más dañadas sí que acababan siendo bastante desagradables".

Eso significa que el viejo consejo de "no irse a la cama enfadado" podría no ser tan acertado, después de todo. "Es mejor irse a la cama con el enfado y despertarse luego para poder discutir con más calma".