Sonrisas de oro en el Aeropuerto del Prat

El equipo femenino de waterpolo, a su llegada a Barcelona

El equipo femenino de waterpolo, a su llegada a Barcelona / EFE

SPORT.es

Dulce regreso (y retraso) de la selección nacional femenina. Un vuelo Budapest-Barcelona dulce, muy dulce. No era para menos, puesto que habían logrado el segundo oro de la historia del waterpolo femenino español en una gran competición. El primero fue precisamente en Budapest en 2014. Apenas cinco años y medio después vuelven a reinar en Europa. Una generación que acumula siete medallas en los últimos ocho años. Todo empezó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y desde entonces las de Miki Oca han sido infrenables.  

Llegada pendiente de los chicos

Justo coincidió la llegada de las españolas con la disputa del partido de la selección masculina ante Hungría también por el oro. Un doblete histórico que no pudo ser realidad por la ‘maldita’ suerte de los penaltis. Familiares, periodistas y miembros de instituciones recibieron y colmaron de abrazos y momentos emotivos a una delegación que llegaba cansada, pero inmensamente feliz. En los Juegos de Tokio tendrán una nueva oportunidad de buscar lo único que les falta, el oro olímpico. 

Ya pensando en Tokio

Son tan competitivas que tienen en mente ya ir a por esos Juegos del próximo mes de julio.  “No sé ni qué decir, estamos super contentas y super felices. La clave ha sido nuestro carácter. Ahora, ójala podamos ganar ese oro olímpico que nos falta en nuestras vitrinas”, dijo la boya Maica García. “Le dedico este oro a la familia y a toda la gente que nos ha estado apoyando desde sus casas”, apuntó por su lado Laura Ester, la mejor jugadora de Europa de 2019.