Sistani, la principal autoridad religiosa de numerosos chiitas en Irak y en el mundo, redefinió radicalmente en tres décadas su papel hasta convertirse en una brújula religiosa y política, a veces en pleno caos.
En el Irak de después de Sadam Husein, durante la ocupación de Estados Unidos y tras su marcha, logró el respeto de los chiitas, pero también de los sunitas y de los kurdos, mayoritariamente sunitas. El gran ayatolá siempre llamó a los chiitas a respetar a las minorías y a proteger a los cristianos y sus iglesias.Y todo ello sin romper el equilibrio ancestral de su estatus.
En 2014, Sistani llamó a los iraquíes a oponerse al grupo ultrarradical sunita Estado Islámico y creó lo que se convertirá en Hashd al Shaabi. Pero esta coalición, que debía reunir a civiles dispuestos a tomar las armas, fue finalmente fagocitada por los paramilitares proiraníes, organizados en milicias y seguidores, muchos de ellos, de su rival religioso, el guía supremo iraní Alí Jamenei.
Formado en la escuela teológica de los chiitas iraquíes, Sistani se opone a la teoría del “Wilayat Faqih” del ayatolá iraní Ruhollah Jomeini, según la cual la religión prima sobre lo político. Para la escuela teológica de Nayaf, los religiosos deben limitarse a aconsejar sin inmiscuirse en los asuntos públicos.
Quien sabe que hablarán el dictador religioso de negro con el jefe de los violadores de niños ? Nada bueno debe ser
Las peores dictaduras son las religiosas, sobre todo para las mujeres , resultan siendo las más discriminadas y las más devotas y fanáticas también.
Par de hipócritas !
El Papa debería autorizar a los sacerdotes que no digan (la paz este contigo) si no: “Conserve la distancia y utiliza bien el tapabocas para que el coronavirus no este contigo”
Cabezas de dos religiones que no pudieron aplicar la más básica de las normas divinas AMA A TU PRÓJIMO.
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