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El polémico papel del líder de revocatoria citado al CNE
La filtración de la carta que tiene a la revocatoria dando explicaciones ante el CNE levantó suspicacias en esa organización. ¿Cómo llegó al alcalde?
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El Pacto por Medellín está compuesto por cinco comités ciudadanos de diversos orígenes. Ante las versiones por fricciones internas y la presencia de miembros con lealtades divididas, la organización asegura que estas carecerían de asidero. FOTO camilo suárez
23 de enero de 2022
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Luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) volviera a poner la lupa sobre las cuentas del comité organizador de la revocatoria y desempolvara una indagación preliminar engavetada desde hace más de diez meses, un capítulo que arrojaría detalles inéditos relacionados con fracturas al interior de ese comité comenzó a emerger esta semana.
Versiones encontradas sobre cómo una polémica carta llegó a manos del alcalde Daniel Quintero y una serie de cuestionamientos al papel jugado por uno de los cinco líderes principales del Pacto por Medellín hacen parte de los ingredientes del caso.
Mientras fuentes consultadas por EL COLOMBIANO conocedoras de los movimientos al interior de la revocatoria aseguran que las relaciones entre algunos de los líderes del Pacto han estado marcadas por rupturas y recelos, tres líderes consultados sostuvieron que dichas versiones no serían ciertas y corresponderían a rumores con los que se busca dividir al movimiento.
La carta de la discordia
Cuando el pasado martes 18 de enero se filtró un auto del CNE en el que se ordenó suspender la certificación de la cuenta de la revocatoria, todos los reflectores apuntaron a una carta que uno de los líderes del comité, identificado como Jorge Alejandro Posada, dirigió al actual vocero del Pacto Por Medellín, Andrés Felipe Rodríguez.
Con fecha del 24 de enero, en dicha misiva Posada cuestionaba a Rodríguez por una reunión realizada el 13 de enero de 2021, en donde este calculó que el proceso de recolección de firmas y la campaña por la revocatoria podría costar cerca de $1.500 millones.
En dicha reunión, se lee en el documento, Posada aludió con tono crítico a una serie de acercamientos que Rodríguez venía realizando con integrantes de una firma de abogados de Abelardo De La Espriella, con miras a tener asesoría jurídica para el movimiento.
Pese a que según aseguran tanto Posada como Rodríguez la campaña no costó ese monto y la vinculación con el bufete nunca se produjo, tras recibir la misiva de una fuente que aún no está clara, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, publicó en su cuenta de Twitter un pantallazo del documento denunciando presuntas irregularidades y pidiendo tanto al CNE como a la Registraduría tomar medidas.
Dicha filtración levantó ampolla al interior del comité, en donde varios dedos apuntaron a la responsabilidad de Posada. Según le contaron fuentes de esa organización ciudadana a EL COLOMBIANO, sobre el líder siempre habría habido suspicacias porque, además de la carta, trabajaba en la Fundación EPM, convertida en uno de los fortines burocráticos de la administración municipal.
Otros hechos que entran en el radar serían la participación de Posada en varios episodios, como la entrega de un paquete de planillas con 5.000 firmas que fueron descartadas por el comité por tener inconsistencias y un cruce de versiones por su papel en la recaudación de los recursos para la organización.
Sobre este último punto, en el comité se cuenta que Posada se habría retrasado en entregar unos informes de contabilidad y habría tenido que dar explicaciones luego de recaudar cerca de $12 millones cuya inversión no habría sido documentada.
“De él se ha sospechado que juega a dos bandos, porque siempre que el comité hablaba algo en secreto de alguna forma la información terminaba llegando a Quintero”, dijo una fuente, aludiendo que el conocimiento detallado del alcalde de las movidas internas del comité siempre ha levantado suspicacias.
Sobre un posible sabotaje por parte de la alcaldía, otras voces ven con recelo que durante la campaña que emprendió La Alpujarra para desacreditar las firmas, fueran precisamente los nombres de familiares y personas cercanas a la administración los que presuntamente habrían sido incluidos de forma irregular en las planillas presentadas.
Al ser consultados por estas versiones, Andrés Rodríguez, Julio González y el mismo Posada sostuvieron que dichas versiones carecerían de fundamento y buscarían afectar al comité.
Sobre la publicación de la carta, los tres líderes desestimaron la versión de la filtración y plantearon que habrían sido personas ajenas al círculo más estrecho del Pacto por Medellín las que la habrían publicado en redes sociales.
Por su parte, al ser interrogado por su presunta cercanía con la administración municipal, Posada enfatizó que su vinculación con la Fundación EPM no era un secreto, habiéndose vinculado con esa institución desde hace seis años y medio y renunciado el año pasado.
“Esas versiones no las había escuchado”, agregó Posada, calificando al episodio de las firmas y de la recaudación de fondos como falsos
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