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EE. UU. arma a Australia para contrarrestar el poder de China

  • Según la Oficina de información naval de Estados Unidos (ONI), la potencia asiática tiene 360 navíos de combate de superficie y submarinos, 63 más que los que componen toda la flota naval de EE. UU. Foto: EFE
    Según la Oficina de información naval de Estados Unidos (ONI), la potencia asiática tiene 360 navíos de combate de superficie y submarinos, 63 más que los que componen toda la flota naval de EE. UU. Foto: EFE
17 de septiembre de 2021
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Estados Unidos ha pateado el escenario geopolítico global. En un guiño al pasado, ha formalizado una alianza con Reino Unido y Australia que dotará a este último país de submarinos de propulsión nuclear. En la región Indo-Pacífico (ver infografía), donde la fuerza estadounidense ya una vez contuvo al imperio japonés, lo espera el recelo de China, poco dada a ceder en su vecindario.

Si China respondió con amargura, el resto de Occidente se removió con molestia. Francia salió enfurecida en defensa de sus intereses, traducidos en varios contratos por más de 56.000 millones de euros que estaba a punto de cerrar con Australia por la venta de submarinos convencionales y que, debido a la alianza, fueron cancelados. En una decisión histórica, el gobierno francés ordenó la retirada de sus embajadores tanto en Australia como en EE. UU.

Lo de China, sin embargo, podría tener efectos de más largo plazo. La región Indo-Pacífica es el escenario de un entramado de disputas territoriales y políticas. El gigante chino reclama la propiedad de amplias zonas del mar de China meridional que toca la soberanía de todos sus vecinos, desde Filipinas pasando por Malasia, Vietnam, Brunei, y Taiwán. Los australianos ya han rechazado la posibilidad de que se desdibujen las fronteras de esta área, en la que el control de cada milla importa.

Cerca, muy cerca, se encuentra el estrecho de Malaca, un cúmulo de más de 24.000 islas concentradas que forman dos grandes archipiélagos y cuatro estrechos naturales por donde toda Asia se conecta con el mundo: por allí pasan entre 60.000 y 90.000 barcos al año cargando 16 millones de barriles de petróleo al día y el 30 % del comercio mundial.

Quien controle el estrecho de Malaca controla la economía asiática. Si una región de tal valor geopolítico se ha mantenido intacta de grandes conflictos en los últimos años ha sido por el status quo que impone la superioridad naval china. Según la Oficina de información naval de Estados Unidos (ONI), la potencia asiática tiene 360 navíos de combate de superficie y submarinos, 63 más que los que componen toda la flota naval de EE. UU. Si se detalla con los vecinos más directos, la distancia es mayor. Mientras los australianos cuentan con 18 submarinos convencionales, los chinos tienen una flota de 40 y entre ellos, 6 nucleares.

“Ellos tienen derecho de tomar decisiones de defensa en sus intereses nacionales, y Australia y los demás países también lo tienen”, dijo en respuesta a Pekín el primer ministro australiano, Scott Morrison. Las consecuencias de esta alianza, lejos de estabilizar la región, pueden conducirla a una carrera armaméntistica de imprevisibles efectos en la paz mundial.

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