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“Los futbolistas no pueden tener prioridad en las pruebas de coronavirus”

El ministro del Deporte, Ernesto Lucena, habló del proceso para la reanudación de la liga de fútbol profesional y de sus diferencias con el presidente de Dimayor. Aclaró que esa entidad y sus clubes afiliados deben costear los protocolos de seguridad.

Thomas Blanco
02 de junio de 2020 - 01:48 a. m.
Ernesto Lucena
Ernesto Lucena
Foto: Gustavo Torrijos

La reanudación de la Bundesliga fue el motor de varios dirigentes y personajes cercanos al fútbol colombiano para proponer el regreso a competencias. Una olla de presión que tuvo un punto de inflexión el pasado 23 de mayo, cuando el Ministerio del Deporte le comunicó al país a través de una carta que de ahora en adelante solo se iba a entender con la Federación Colombiana de Fútbol. Entre líneas dejó un mensaje en el ambiente: no iba a hablar más con Jorge Enrique Vélez, presidente de la Dimayor. La comparación, tal vez desproporcionada, es el argumento para que Colombia dé el mismo paso de Alemania.

Porque el país germano, productor mundial de los reactivos que escasean en el mercado para procesar las pruebas del nuevo coronavirus, con una amplia red de laboratorios e infraestructura, ha marcado el precedente y la estela para que los demás países que superen la primera curva de contagios, de manera responsable, consideren el regreso de las competencias del alto rendimiento. En el protocolo de 74 páginas entregado por la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol basan su vigilancia de la pandemia en la realización de 50.000 pruebas, entre moleculares y rápidas, que se le harán a los jugadores y miembros del cuerpo técnico de los equipos. Pero no responde la pregunta clave: cómo las van a pagar. Un gasto que deberá correr por cuenta de ellos y para las que no tendrán ningún tipo de privilegio frente a los demás colombianos.

Así mismo, los preparadores físicos y médicos de los clubes han soltado un mensaje al unísono: necesitan de cuatro a seis semanas de entrenamiento de campo para evitar lesiones y no exponer la salud de los jugadores por acelerar los tiempos. Tras la primera fecha de la Bundesliga luego del parón, hubo 12 lesiones en nueve partidos. La literatura guarda un precedente que da luces de lo que hay que prevenir. En 2011, la NFL de Estados Unidos tuvo una pausa de catorce semanas por un paro laboral de los deportistas. En el retorno a competencias se encontraron con un rasgo: la curva de lesiones se disparó. En seis temporadas se habían registrado cinco lesiones anuales en el tendón de Aquiles, mientras que en la vuelta hubo doce de este tipo en los primeros diez días.

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Ernesto Lucena, ministro del Deporte, confirmó que el regreso del fútbol está programado para agosto, todo pendiente de la coyuntura del país. Aunque, el presidente Iván Duque confirmó ayer que espera el pico de la curva para agosto. El regreso del fútbol sigue, seguirá, de momento, con un futuro gaseoso. Ayer se autorizaron los entrenamientos individuales para 17 disciplinas. Mauricio Serrato, médico del ministerio del Deporte ha sido la persona detrás de los protocolos que revisa el Ministerio de Salud para las recomendaciones que les transmiten a las demás federaciones. De estos y otros temas habló Lucena con El Espectador.

En el protocolo que recibió el ministerio no hay claridades de cómo se harán las 50.000 pruebas molesculares y rápidas en el fútbol colombiano. ¿Deberían los futbolistas tener prioridades sobre los demás colombianos?

Yo estuve en una conversación con los que han dirigido los protocolos de la Bundesliga y aquí hay algo que no podemos permitir: un conflicto entre las pruebas de los futbolistas y las pruebas de los colombianos, no puede haber ningún tipo de prioridad. Son colombianos comunes y corrientes. La curva de contagios y el pico epidemiológico nos da a entender que todo el mundo debe tener acceso a las pruebas, mal haría uno en favorecer a alguien solo por el afán de regresar la liga. Incluso en la Bundesliga cada equipo donó pruebas para la gente, no solo usaban las de ellos. sino que donaban para la gente que las necesitaba. Eso es una demostración de trabajo en equipo y espero que aquí se haga algo semejante.

Hay quienes dicen que las pruebas se pueden costear con la plata del VAR, otros que por temas de contractuales no se puede. ¿Al ministerio llegó la explicación de cómo van a pagarlas?

No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que eso debe correr por cuenta de la Dimayor, desconozco de dónde saldrán esos recursos.

La semana pasada, el presidente Iván Duque afirmó que no va a ceder a ningún tipo de presión para autorizar el regreso del fútbol. ¿A qué presiones se refiere?

Más que presiones es la cantidad de gente que constructivamente quiere aportar, que quiere dar sus formatos, sus ideas, que pide apurarnos: obvio la televisión, los clubes, todos quieren poner su punto de vista y nosotros como gobierno hemos dicho que esta es una decisión médica y científica que sobrepasa lo que pueda decir el Ministerio del Deporte. Yo solo soy un instrumento de la visión que tiene los personajes del fútbol. Esta es una decisión netamente de salud, el mundo ya ha entendido que debemos seguir los parámetros de los expertos.

Mucho se ha hablado de la carta en la que comunicaron que solo se van a entender con al FCF. ¿Es verdad que cayó mal la presencia de Álvaro Uribe en una reunión de la Dimayor?

Para nada, nosotros siempre hemos visto al presidente Uribe como alguien que quiere ayudar a diferentes sectores de la sociedad, lo reconocen como un interlocutor válido. El tema es que durante este proceso yo he hecho unas sugerencias a la Dimayor: por creativo, por ayudar y he he sabido que no han caído muy bien. Por lo que el conducto legal mío es entenderme con la FCF directamente, tal como lo hago con las otras federaciones de los demás deportes. Y ya no por tratar de ayudar generar esas suspicacias y malestares en el fútbol colombiano.

¿Esas sugerencias tienen que ver con su propuesta de que algunos partidos del fútbol colombiano los pasen por televisión abierta?

Sí, en algún momento dijimos que podía proponerse un formato, bueno varias ideas. Y por ahí salieron muchos críticos a decirme que no estaba guardando mi lugar, que si no sabía si era el ministro o el presidente de la Dimayor. Ahora, si un ministro no puede dar ideas de los deportes, ¿entonces quién?

Aún se insiste en realizar los dos torneos de la liga este año, ¿no cree que es momento de hacer uno más preparado con todas las garantías?

Yo en esos temas no quiero entrometerme de nuevo. Que ellos decidan lo que más le convenga al futbol colombiano.

¿Cómo sortean que el fútbol se puede reanudar en los puntos más altos de la curva de contagio, teniendo en cuenta que se suspendió en los más bajos?

Por eso es que el formato y las sedes tienen que tener un muy buen nivel de detalle. Una ciudad como Bogotá hoy sería imposible de ser anfitriona, por eso las segurencias del ministerio, es que se retome máximo en dos o tres sedes que cumplan estos principios: que sean muy cercanas, donde esa curva sea muy baja y haya una buena capacidad hospitalaria. Es cierto que el país está en una curva ascendente de contagios, pero no en el número de muertos por millón de habitantes, que en esa materia creemos que el país ha sido prudente. Tenemos una buena estadística, esperamos que para el regreso esa curva haya bajado.

Hay personajes que han dicho que dos meses de entrenamientos son una eternidad para retomar el fútbol. ¿Por qué tomaron estos tiempos?

Lo que quiero que entiendan es que una vez la Dimayor tenga escogida la firma que va a aplicar el protocolo, se van a tomar mínimo 15 días desde la mirada científica para que le hagan pruebas a los jugadores, eso nos pondría al 8 de junio, cuando salgan los resultados, serán 15 días más. Lo que significa que hasta finales de junio empezarán los entrenamientos individuales: 15 días con el testeo, más 15 de colectivos. Es decir, el tiempo nos sitúa a la primera semana de agosto para retomar la competencia. El 8 no se empieza a entrenar, se empiezan los protocolos que son los exámenes en casa.

Y la liga femenina y la postulación para que Colombia sea sede del Mundial Femenino sub 23. ¿Cómo ha sido ese esfuerzo?

En el gran esfuerzo que hemos hecho con el presidente Duque, de sacar adelante el deporte femenino de la mano con la vicepresidenta, decidimos que un mes después que arranque el torneo masculino empiece el femenino. Hay una razón detrás: porque al día de hoy no hay patrocinador y creemos prudente desde ya buscarlo. Puedo decir que tenemos recursos del ministerio, de federación y algo de Dimayor, pero queremos un torneo sostenible a futuro y mandarle un mensaje al mundo de que queremos tener el mundial 2023 en Colombia.

¿Qué es lo que más le sorprendió al estudiar el protocolo de la Bundesliga?

El nivel de detalle. Sé del impacto social y de salud que tiene el regreso en Colombia, tal cual como lo tuvo Alemania. Cuando empezó el fútbol allá hubo muchas críticas, luego, con el correr de las fechas, todo el mundo ha empezado a tranquilizarse. Hay un tema importante y es que antes de cada jornada hay una aprobación previa del ministerio de salud. Lo segundo que decían es el autocuidado y la cultura de los jugadores: un 50% depende del rigor científico y el otro 50% el cuidado que tengan los protagonistas.

¿Cuáles fueron los criterios para darle luz verde al entrenamiento individual de 17 disciplinas?

La opinión que siempre se ha tenido en cuenta es la de los científicos, epidemiólogos, e infectólogos, todos los sectores tienen que tener en cuenta lo que ellos designen. Y nosotros, con los deportólogos, estamos trabajando la reactivación del deporte en alto rendimiento y llegamos a la conclusión que hay unos deportes de contagio bajo, esa es la razón por los que vamos a empezar, ojalá con los resultados de este avance podamos abrir otras disciplinas.

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