Elecciones en Perú: la desinformación y el temor a la ultraderecha

La autoridad electoral peruana prohibió a los partidos políticos pagar pautas en medios tradicionales y terminaron por abrir la puerta a las noticias falsas.

Jesús Mesa / @JesusMesa
26 de enero de 2020 - 02:00 a. m.
La extrema derecha ha ganado gran visibilidad en la política peruana y busca abrirse un espacio en las elecciones legislativas. / EFE
La extrema derecha ha ganado gran visibilidad en la política peruana y busca abrirse un espacio en las elecciones legislativas. / EFE

Han pasado ya más de 100 días desde que Perú no cuenta con Congreso. Pero los peruanos no lo extrañan, o al menos eso dicen los sondeos de opinión. Tres meses de que el presidente Martín Vizcarra decretara la disolución del Parlamento, la gran mayoría de los ciudadanos han manifestado su apoyo a la polémica medida de clausurar el Legislativo.

Pero Vizcarra espera con las elecciones parlamentarias de este domingo cerrar la mayor crisis política e institucional de Perú desde el retorno de la democracia. El tenso pulso que mantenía el presidente con la oposición marcó la agenda de este corto gobierno, que asumió en marzo de 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuscynsky.

Salpicado hasta los tuétanos por la corrupción, para finales de septiembre se presentaron multitudinarias marchas en rechazo a la permanencia del actual Congreso, electo en 2016. Vizcarra, que se encontraba en su punto más bajo de popularidad (que no obstante era del 52 %), según una encuesta del diario El Comercio, decretó el cierre del Legislativo.

Han pasado cerca de tres meses desde ese momento y la decisión sigue siendo celebrada por los peruanos. Una encuesta publicada por Ipsos Perú reveló que el 39 % de los ciudadanos creen que el nuevo Congreso será mejor.

Prohibición y desinformación

Con el pasar del tiempo, mientras se acercaba la fecha de este domingo, la mitad del electorado aún no sabe por quién votará, según los más recientes simulacros. Una investigación del diario La República demostró que ningún partido en la contienda alcanza el 9 % de los votos emitidos en simulacros.

“Hay demasiadas opciones en una campaña donde ningún partido es muy fuerte. Está muy dispersa la información, por eso muchos no escogen”, afirma Alfredo Torres, cabeza de Ipsos Perú, firma encuestadora en ese país.

Sin embargo, un problema que ha llamado la atención de los analistas políticos es que por primera vez en la historia peruana los partidos políticos no pudieron pagar publicidad en los medios de comunicación tradicionales. Sin embargo, la norma no regula internet ni las redes sociales.

El Jurado Nacional de Elecciones, autoridad electoral de Perú, buscaba con esta estrategia combatir la desinformación y las noticias falsas. Elemento que han proliferado en una elección en la que están en juego 130 escaños y están habilitados un total de 24’799.384 votantes.

El remedio terminó siendo peor que la enfermedad. Si bien el Estado peruano logró regular la pauta política en periódicos, revistas y televisión, internet quedó por fuera del control estatal. Esto ha permitido que los corruptos y los partidos conservadores, en especial Solidaridad Nacional (SN), que antes no tenían mayor trascendencia, cuenten con chances de arañarles escaños a los movimientos políticos de derecha tradicionales, en especial al fujimorismo.

La película es la misma que se ha repetido en otras elecciones en América Latina. Los candidatos de SN recurren a contenidos discriminatorios y afirmaciones falsas en sus videos y publicaciones: “Combatir la ideología de género” y “evitar convertirse en Venezuela” son algunas de las publicaciones falsas que han rodeado la campaña peruana.

Uno de los ejemplos de esta guerra sucia fue un video difundido por SN, a mediados de diciembre, en el que se presentan con acordes de terror los rostros de líderes de dos grupos terroristas peruanos, intercalados con el símbolo de la hoz y el martillo (usado en Perú por Sendero Luminoso) y los rostros de Vizcarra, rivales.

En la propaganda se muestran imágenes de Nicolás Maduro, de la excandidata presidencial de izquierda Verónika Mendoza, del presidente Vizcarra, de centro derecha, y de un candidato del Partido Morado. En contraste, una melodía angelical y una puesta de sol acompañan el lema y el logotipo del partido conservador.

Los principales candidatos de ese partido defendieron su derecho a alertar contra una supuesta “amenaza chavista” en Perú. Luego de tres semanas de circulación del video, un jurado electoral ordenó este lunes a la agrupación política que lo retirara de sus cuentas.

En esta campaña también participa el partido Contigo, que reúne a personajes que llegaron al Congreso en 2016 tras la elección del economista Pedro Pablo Kuczynski, el antecesor de Vizcarra. Su líder visible es Salvador Heresi, exministro de Justicia de Vizcarra, a quien ahora considera un “golpista”, y quien ha manifestado su admiración por el partido español Vox y su presidente, Santiago Abascal.

Perú se encuentra así en unas elecciones en las que, por primera vez, sentirá el efecto de la nueva forma de hacer política, con mentiras, memes y noticias falsas. El temor es que los indecisos (cerca del 52 % de los peruanos) terminen por creer en las historias que leen y consumen en internet.

Por Jesús Mesa / @JesusMesa

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