, los republicanos, sin considerar a la derecha tradicional, se quedaron con 22 escaños de un órgano de 50 miembros. Es un proceso todavía abierto, que terminará en un plebiscito constitucional el 17 de diciembre próximo. Los ciudadanos, de forma obligatoria, deberán elegir dentro de tres meses entre la Constitución de Pinochet, la actual, y la de, una fuerza política hermana de Vox en España y que no ha roto con la dictadura de Pinochet y su legado.
Es el clima político con el que el país recibe los 50 años del golpe de Estado. Los ánimos se exacerban a propósito de esta fecha en el Parlamento, donde Boric no tiene mayoría, donde se han reeditado las posiciones maximalistas del pasado respecto de la Unidad Popular de Allende, el bombardeo a La Moneda y la propia dictadura, y donde hay sectores que reivindican el legado, sobre todo el económico, de Pinochet.
Con una derecha tradicional empujada hacia el extremo por el Partido Republicano, el presidente Boric no logró que todos los partidos del espectro político firmaran un acuerdo a propósito de los 50 años del golpe.