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Festejó antes de tiempo, fue meme, se hizo viral pero tuvo revancha

Mateo Bustos - 19-4-2024

Increíble blooper en el triatlón de Sagunto

El argentino Mateo Bustos Pecaut perdió hace un año un triatlón insólito y lo hicieron mediático. Ahora ganó en España. Olé lo rescató entre los fantasmas del pasado.

    Llamalo resiliencia. Llamalo revancha. Llamalo Mateo Bustos Pecaut, el triatleta bonaerense de Laprida que, un año después de su escarnio viral, cruzó la línea de meta sacándose de encima una mochila XXL e incinerando el festival de memes audiovisuales que lo hicieron impopularmente masivo.

    Un rápido flashback nos hará recordar, como si no bastasen los videos que surfean Youtube, cómo durante el Día del Padre pasado, durante la quinta edición del Triatlón de Sagunto sobre la españolísima costa valenciana, un argentino ya se quedaba con el primer lugar y, de la emoción, comenzó a celebrar antes de tiempo, al punto que un tal Germán Cister aprovechó la euforia anticipada y le ganó con un pique veloz de manera insólita una carrera que ya tenía en el bolso.

    La historia, esta vez, fue muy distinta más allá de las casualidades. Misma fecha, misma lugar, mismo recorrido, mismos rivales, mismo todo. Salvo él, que había cambiado el chip. Ahora, junto al final del recorrido, ahí sobre el 46 de la Avenida Mediterráneo, ya no se escuchaban las voces de ese par de señoritas que lo habían tildado de “tonto” y de “idiota”. Sólo la voz del speaker, organizador de la competencia y ex triatleta, que vociferaba por los micrófonos un demoledor “este año sí, este año sí...”. Y no estaba errado.

    Este año, sí. Con una mejora de 23 segundos con respecto al 2021 y dejando tercero al amigo Sister, quien casi -tercero- se cae del podio. “Fue gracioso. Antes de la carrera (el relator) me dijo: 'Mateo, esta vez no se te escapa. Mira bien para atrás'. Se reía...”, le cuenta Bustos Pecaut a Olé, con quien nunca perdió el diálogo durante la preparación. Al punto que, en su posteo vía Instagram (mateo_bustos18) después del triunfo y de millones de agradecimientos, el representante del Club Multideporte Benitatxell se preguntaba: “Pd: ¿vendrán tantos medios de comunicación ahora hacerme notas por la victoria?”

    ASÍ PERDIÓ (2021)

    Mateo Bustos - 19-4-2024

    Increíble blooper en el triatlón de Sagunto

    ASÍ GANÓ (2022)

    Mateo Bustos - 19-4-2024

    Mateo Bustos Pecaut, esta vez sí, se quedó con el Triatlón de Sagunto

    -Más allá de lo que uno diga de la boca para afuera y sea políticamente correcto, ¿cómo se siente el hecho innegable de que cuando fuiste segundo el video dio la vuelta al mundo y ahora que ganaste te dieron medio like?

    -En primer lugar, a ustedes, un millón de gracias por estar y por contar la otra cara de la moneda. Yo ya sabía que no iba a tener tantos likes como en algún posteo como cuando fui viral. Pero me quedo con la mentalidad tranquila de que vengo haciendo las cosas bien, vengo progresando. Este año, desde que sucedió eso aquella vez, fue mi mejor año y tengo objetivos claros como el año que viene el Mundial de Triatlón de media distancia en Finlandia. Crecer como deportista y persona. La mira está puesta ahí. La verdad que me siento súper agradecido. Tengo la chance de hacer en España lo que me gusta, estar trabajando y manteniéndome. Tal vez dentro de unos años pueda ser profesional y poder dedicarme a esto full time, una pasión que me gusta y que siento que es parte de mí.

    -El marco era parecido pero... ¿La exigencia fue similar o tenías un plus por lo que había pasado?

    --Fue la misma prueba, la sprint: 750 metros a nado, 20 kilómetros de ciclismo y cinco de pedestrismo. Casi un año después, 364 días más tarde. Mismo estilo, mismas distancias. Lo que cambió fue parte del recorrido del sector de ciclismo; en el agua y a pie, igual. Mismo nivel de participantes, rivales... Salí sexto del Mediterráneo pero en el grupo de cabecera. Y cuando salgo a correr, en el primer kilómetro, ya me había distanciado. Al escolta le saqué entre 15 y 20 segundos de ventaja.

    -Al final, ganaste con 17 segundos de luz sobre el segundo. O sea, lo tenías atrás bien seguro. La pregunta es cómo viviste los último 500 metros, ponele. Principalmente por los fantasmas. Uno pensaría que corrías dos carreras a la vez: la del 2022 y la del 2021...

    -Más o menos, por reloj, cada vez que me cruzaba al segundo, estaba entre 15” y 20”. Y los últimos 500 metros, ni conté las veces que miré para atrás... Si te digo, te miento. Y sí, me acordaba del año pasado y miraba el arco fijo. 'Hoy agarro la cinta y es mía', me decía. Crucé el arco, me eché un buen grito de desahogo y la verdad que sí, parecía que estaba corriendo dos carreras en la misma.

    -Debe ser complicado enfocar. Se supone que tenés que tener una vista periférica para no perder detalle del alrededor, pero a su vez, te imagino con la vista fija en el arco sin querer desviarte ni un milímetro del objetivo. ¿Cuándo te diste cuenta que la carrera ya era tuya, que no se te podía ir de ninguna manera? Y no me vengas con la sanata de 'cuando crucé la línea', eh...

    -En los últimos metros se hacía complicado mirar hacia atrás y ver el arco fijo. Me animó escuchar que el speaker, promediando la segunda vuelta, dijo: “Parece que este año no se le escapa...”. Pero en la recta final recién me di cuenta de que ya era mia, de que esta vez sí, no se me escapaba porque venía muy concentrado en que no podía fallar. Que ya había fallado una vez... Definitivamente, en los últimos 200, 150 metros, me di cuenta que la carrera iba a ser mía.

    -¿Tuviste el acto reflejo de ver, en el último tramo de la carrera, si no estaban las chicas que te habían hecho esos comentarios tan fuertes en el video pasado? O, mejor dicho, ¿no te gustaría haberlas encontrado ahora, en la buena?

    -No, no pensé en las chicas. Pensé en cruzar el arco de llegada primero y que la cinta fuese mia. Ni miré para los laterales esta vez, sólo la mirada fija en la cinta que me habían arrebatado el año pasado. Si estaban ahí, me hubiese gustado que vengan y me saluden. Que me dijeran: “Ahora sí, je, la carrera es tuya”. No miré para el costado para ver si alguien gritaba. Sólo era cruzar el arco en primer lugar y quedarme con la primera victoria en España, que era un sueño. No muchos lo han logrado y es súper importante para seguir e intentar conseguir sponsors. El año pasado, después de todo, pensé que me iba a ayudar mucho ser viral. Pero no. La verdad es que ahora cuento con tres sponsors pero me gustaría poder conseguir más, de nutrición, de ropa, zapatillas... Todo cuesta el doble.

    -Las repercusiones no van de la mano de los resultados, parece.

    -El balance de la temporada post 'accidente' creo que ha sido el mejor. Desde que pasó lo de la carrera viral hasta hoy, creo que ha sido mi mejor año, varias victorias, he sido constante, parejo en los resultados, siempre en los primeros puestos en las diferentes distancias. Aparecieron algunas ayudas, como Escualo Tandil que me daba la pileta que iba a nadar gratis; Sanpa Semillas, que me ayudó económicamente; y PF Bike, que me da y auxilia con cosas de la bici. Siempre ando en la búsqueda de nuevos auspiciantes para solventar más gastos. ¿Si hubo algo malo? No sé si tuvo lado negativo. Siempre aparecen personas con comentarios mala leche, pero fue todo positivo. Si yo hubiese ganado esa carrera no hubiese salido a la fama, todo hubiese quedado en una victoria y nada más.

    -Tuviste la inteligencia de saber aprovechar 'el error'. Desde lo deportivo, ¿qué aprendiste durante este año que pasó entre el papelón y la gloria?

    -Sí, la verdad es que el error lo supe aprovechar. Me hice más conocido. Y después con el rendimiento de la temporada de España, en Argentina tuve muchas invitaciones a diferentes carreras. Es un punto positivo y lo supe aprovechar. Y aprendí que hay que seguir, que de los errores se aprende. Me volví mucho más fuerte. Creo que me pasaron un montón de cosas. Este año vinieron victorias en Argentina, gané cuatro carreras (Azul, Tandil, Rauch), y ahora arrancar con una victoria en España es soñado e impensado. En lo cotidiano, siguió todo igual. A lo mejor en los entrenamientos me dio mucha más fuerza y motivación. Y este triunfo también. Gané una batalla contra mi mismo. Me puse a prueba. Y me salió bien. No sé si hubo muchos reproches de mi parte. Sí hubo enojo, en el momento, por lo que me pasó. Pero después, siempre tenés que dar todo hasta el último metro, tanto si venís ganando por mucha diferencia o si venís palo a palo. Eso también lo aprendí y lo corregí. Esfuerzo, sacrificio y constancia. Las claves. No más que eso.

    Del fútbol al agua (a la bici y a correr)

    Su vínculo con el deporte nació en Laprida, su tierra, a unos 470 kilómetros del Congreso Nacional, punto 0, a 120 de Olavarría, a 150 de Azul y 170 de Tandil. “Jugué toda mi vida al fútbol. Allá en Laprida, lo hice para Platense, que lleva los mismos colores del club de Vicente López. Era defensor. Pero probé de todo. Las lesiones no me permitieron avanzar más. Encima, cuando tenía 14 años, se organizó un triatlón en mi ciudad y me encantó. Le pedí a mi viejo que me comprase una bici de mountain bike y en el último año del secundario le anuncié que quería correr. Ahí empezó todo”, le supo decir Bustos a Olé. “Corrí en Olavarría, lo hice en Rauch, en Tandil. Triatlones rurales, triatlones de ruta. Parece todo lo mismo para ya las bicis son distintas. Cambia la forma, el manubrio, la aerodinamia del cuadro, el tamaño de las ruedas... Fue ahí cuando, definitivamente, me empecé a enfocar en la disciplina y en el estudio: soy profe de Educación Física pero nunca pude ejercer...”.

    ¿Qué había dicho Bustos Pecaut tras perder increíblemente la carrera de 2021?

    Lo emocional pesa. ¡Y cómo! En esos pasos finales, en aquel junio de 2021, a Bustos se le vinieron todos los recuerdos juntos, todos los momentos por la cabeza. No fue un domingo más, claro. A lo mejor, si la competencia era en febrero, en noviembre o en el marco del aniversario de la República Separatista de Lanús, hubiésemos estado hablando de otro argentino ganador. Y punto. Pero no. “Era el Día del Padre, era el cumpleaños de mi abuelo, y le dediqué la carrera a él... Hice un festejo inconsciente y voy a agarrar la pancarta para cruzar la línea, pero veo que por al lado me pasó un avión. Me agarré la cabeza. 'Perdí la carrera', me dije. El chico (Germán Cister) siguió derecho y terminó en el fondo de la recta contra un escenario. Lo abrazó su mamá. Lo felicité. Entregué mi chip. Me fui a las carpas. Agua. Sandwich. Y me puse a mirar cómo terminaba la carrera. Solo. No caía...”.

    Esta vez, la historia fue distinta. Llamalo resiliencia. Llamalo revancha. Llamalo consecuencia. Llamalo Mateo Bustos Pecaut.

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