Según Matías Lestani, la autorización para la siembra fue para “aprovechar” el escenario internacional; en tanto, Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC, opinó que el ministro Julián Domínguez “no pudo dar una sola razón de cambio de circunstancias” para permitir la siembra del evento
El secretario de Agricultura de la Nación, Matías Lestani, señaló que el “objetivo puntual” de haber aprobado el trigo transgénico tolerante a sequía es “aprovechar la oportunidad del escenario internacional donde va a haber una necesidad de trigo por el conflicto bélico”, en referencia a la invasión de Rusia a Ucrania, países que representan casi el 30% del comercio global del cereal.
El funcionario buscó así disipar temores respecto de que la autorización -por más que la empresa desarrolladora, Bioceres, seguirá con un esquema de identidad preservada, no abierto- pueda generar problemas en mercados compradores de la Argentina.
Para Lestani, en medio del conflicto armado hoy en el mundo prevalece más la importancia de garantizar la seguridad alimentaria.
“El objetivo puntual es aprovechar la oportunidad del escenario internacional, donde va a haber una necesidad de trigo por el conflicto bélico”, dijo en declaraciones a Radio Colonia.
Luego apuntó que “temas de sustentabilidad, criterios de OGM, todo eso queda suspendido nuevamente hasta nuevo aviso”.
Y remarcó: “Empieza a primar el criterio de seguridad alimentaria por sobre otras decisiones [de los países que necesitan la materia prima]”.
Indicó que todo eso conforma “una oportunidad” para el desarrollo local, mientras que la tecnología de la firma “lo que hace es ampliar la frontera agrícola a zonas más marginales”. Precisó que al nivel internacional las oportunidades “están dadas muy tranquilamente”.
“Vemos una ampliación del área agrícola, que se va a hacer con estas variedades tanto en trigo como en soja”, dijo. Indicó sobre el caso del cereal: “Nos va a ayudar a llegar a 25 millones de toneladas”. Vale recordar que el Gobierno viene de lanzar un programa con asesoramiento a pequeños productores para que se puedan cerrar brechas productivas y alcanzar 25 millones de toneladas del cereal.
Lestani habló de que se requiere una “articulación público-privado” y negó algún descuento para el cereal argentino con el transgénico.
“No te va a impactar en el precio”, indicó. Volvió a insistir “que la situación bélica pone en una posición muy adecuada” al país. “Comercialmente la realidad es que no veo que vaya a impactar”, precisó.
“En algún punto, todo lo que era normativo [en el mundo] que podía impactar quedó un poco de lado”, afirmó. Reiteró que se destaca “el aprovisionamiento” del cereal sobre otras cuestiones.
Críticas
Por su parte, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), realizó también en la misma emisora radial fuertes críticas a la aprobación para la siembra.
Si bien indicó que la cámara celebra la existencia de la tecnología, recordó que en el cereal “el mercado mundial es 100% no transgénico”.
“El mercado mundial, de más de 150 millones de toneladas, es 100% no transgénico. Exportamos unas 14 millones de toneladas y lo que hagamos va a ser castigado en el mercado”, indicó. “El comprador no va a comprar trigo HB4″, afirmó.
Calificó de “sorpresiva e inconsistente” la autorización y apuntó sobre el titular de Agricultura, Julián Domínguez. “El ministro no pudo dar una sola razón de cambio de circunstancias”, expresó. “Fue una decisión de carácter político que generó un enorme riesgo comercial. Me llama poderosamente la atención. No entiendo la razón por la cual políticamente puede haber eso. No veo ninguna razón”, agregó.
“Acá el Ministerio lo que está haciendo es lavarse las manos, porque nos entrega la responsabilidad a nosotros de asegurar que la Argentina siga siendo un país seguro en materia de bioseguridad para exportar trigo”, señaló. “El Estado ha transferido las condiciones de control y garantías a la actividad privada”, añadió.