La Justicia de Córdoba condenó este jueves a Juan Martín del Milagro Menéndez, hijo del represor Luciano Benjamín Menéndez, a cuatro años y medio de prisión. El hombre, de 46 años, fue encontrado culpable de venderle drogas a un adolescente.
La Cámara 2ª del Crimen de Córdoba dio su sentencia luego de que Menéndez haya confesado que el vendió marihuana a un chico de 17 años.
Según trascendió, esa cámara definió la pena tras declarar inconstitucional el mínimo que prevé la ley para el delito de “comercialización de estupefacientes en dosis destinadas al consumo en perjuicio de un menor de edad”, que es de seis años de cárcel.
En mayo pasado cayó cuando una investigación de la Justicia provincial había reunido evidencia de su actividad y se concretó un allanamiento en su departamento de barrio Alberdi, cercano a un colegio secundario al que concurría el chico que le compró marihuana.
Fuentes citadas por el diario La Voz del Interior revelaron que Menéndez “fue sorprendido mientras fraccionaba los estupefacientes”.
También se le secuestraron 2.000 dosis -se presume que de picadura de marihuana- en un procedimiento que fue ejecutado “tras varios meses de investigaciones y llamadas al Centro de Denuncias Anónimas” de la fuerza.
Los datos oficiales especifican que en el domicilio intervenido, con la ayuda de un perro adiestrado, se encontró marihuana compactada dentro de una heladera, dinero, una balanza digital, sustancias estupefacientes varias y otros elementos vinculados al narcomenudeo.
El hijo menor del represor de la última dictadura cívico-militar condenado 13 veces a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, se identificó con su vínculo apenas fue detenido y, según el diario cordobés, pidió que no se divulgara su condición de ser el hijo del exjefe del 3° Cuerpo de Ejército.
La sentencia se conoció luego de un juicio abreviado, ya que la defensa del condenado ya había llegado a un acuerdo con el fiscal de Cámara Marcelo Hidalgo.
Antes del veredicto se conoció que Menéndez admitió una adicción que padece desde los 18 años y que entre 2012 y 2018 lo llevaron a una situación terminal que derivó en internación psiquiátrica.
Menéndez dijo estar arrepentido y afirmó que terminó vendiendo droga sin proponérselo y a partir de dificultades con su propia adicción.
DD
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