Los talibanes dispersaron una protesta de mujeres en el centro de Kabul en la que reclamaban por la reapertura de las escuelas para niñas y adolescentes y golpearon a periodistas que cubrían el hecho. 

"Nuestro objetivo es alzar la voz de una nación pobre, que se ha visto sumergida en una crisis económica y en la pobreza, y los talibanes no están prestando atención a esta situación. Los niños y las mujeres son los más afectados por los problemas actuales", dijo la activista Deeba Farahmand, una de las convocantes.

La marcha estaba permitida por las autoridades, pero durante su desarrollo redujeron la cantidad de asistentes primero a 56 y luego a 30 antes de dispersar la protesta. Las mujeres tenían previsto marchar desde el centro de la capital afgana hasta el palacio presidencial.

"Golpearon a manifestantes y periodistas que estaban cubriendo (el acto), los talibanes han conseguido prevenir nuestra protesta dispersándola y limitando su número, pero vamos a continuar en el futuro", contó Farahmand a la agencia EFE.

Zahra Mohammadi, otra de las organizadoras de la protesta, aseguró que ninguna mujer fue detenida.

Pero un reportero recibió un culatazo de un combatiente talibán que lo echó de la manifestación mientras otro lo amenazaba y arrojaba patadas. Otros dos periodistas tuvieron que escaparse de la protesta entre golpes e insultos de los combatientes.

"Trabajo, pan, educación" o "las escuelas de niñas deben ser reabiertas" fueron algunos de los eslóganes coreados durante la breve protesta. Las escuelas secundarias femeninas están cerradas desde hace más de un mes, y a muchas mujeres se les prohibió volver al trabajo desde que los talibanes ascendieron al poder, a mediados de agosto.

"Las escuelas deben reabrir para las niñas. Pero los talibanes nos han quitado nuestros derechos - sostuvo Mohammadi-. Mi mensaje para todas las niñas y mujeres es que no tengan miedo de los talibanes, incluso si sus familias no les permiten salir de casa. No tengan miedo. Salgan, sacrifíquense, luchen por sus derechos".

"Tenemos que hacer este sacrificio para que la próxima generación pueda tener paz", agregó.

Por su parte, Farahmand afirmó que la manifestación estuvo dirigida a captar la atención del resto del mundo, ya que no cree que los talibanes estén dispuestos a escuchar a las mujeres.

"Pedimos a los países de la región y a la comunidad internacional que no reconozcan oficialmente al Gobierno talibán hasta que respeten los derechos de los afganos, especialmente de las mujeres", exhortó la activista.