La Corte de Justicia de Salta falló a favor de la prescripción de los delitos de abuso sexual y corrupción de menores que le imputaron al exsacerdote de Rosario de Lerma Emilio Lamas. EMinisterio Público Fiscal de Salta anunció que para intentar revertir esta decisión iinterpondrá un recurso extraordinario federal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.  

En tanto, los denunciantes Juan Carlos García y Carla Morales Ríos manifestaron que también recurrirán al máximo tribunal del país para que el excura sea juzgado.

Los jueces de la Corte que votaron a favor de la prescripción fueron su presidente, Guillermo Alberto Catalano, y Sergio Fabián Vittar y las juezas Sandra Bonari, María Alejandra Gauffin y Teresa Ovejero Cornejo.

Mientras que los votos minoritarios en contra fueron de la jueza Adriana Rodríguez Faraldo y los jueces Ernesto R. Samsón, Horacio José Aguilar y Pablo López Viñals.

El Ministerio Público Fiscal informó a Salta/12 que interpondrá un recurso extraordinario federal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación contra la prescripción luego de que el fiscal Sergio Federico Obeid fuera notificado de la decisión de la Corte salteña.

Lxs denunciantes de Lamas esperaban desde el año pasado el veredicto de la Corte de Salta, a pesar de ello, ahora que por fin se tomó una decisión, no les notificaron formalmente. Tampoco se publicó la información en el portal web del Poder Judicial.

La militante trans Morales Ríos dijo a Salta/12 que para ella "era algo cantado" la decisión de la Corte salteña y citó el antecedente de la prescripción para las causas contra el cura José Carlos Aguilera, "son los mismos jueces", expresó. La denunciante contó que junto a García esperaron 3 años a que Lamas fuera juzgado, "no vamos a acceder a un juicio. Hace más de un año que la Justicia debía haber estado enjuiciando a Lamas y no ha sucedido".  

El juicio al excura Lamas estaba previsto para mediados de 2020, sin embargo, se frenó por el planteo de prescripción presentado por su defensa, ejercida por el abogado José Fernández.

"Bronca" y "dolor" es lo que manifestaron sentir Morales Ríos y García frente a la noticia de la prescripción. "Vamos a continuar porque detrás de nosotros están los otros sobrevivientes", expresó García. 

"Ni siquiera contención tenemos las personas sobrevivientes para pasar por todo esto. Quienes vivimos esta situación estamos soles", sostuvo Morales Ríos. Ayer mismo, en el shock de la noticia, no tuvieron acompañamiento de ningún organismo estatal, aunque tampoco lo tuvieron antes, ni del Polo de las Mujeres, ni de la Secretaría de Derechos Humanos, ni del Programa de Asistencia a las Víctimas de Delitos Graves, pese al tiempo transcurrido desde que se hicieron públicas las causas judiciales, a ningunx les han garantizado asistencia psicológica para sobrellevar estos procesos.

Morales Ríos sostuvo que deben pensar estrategias para hacer frente al Poder Judicial.  "A partir de mañana seguramente me reuniré con organizaciones feministas, de derechos humanos y políticas para exigir justicia", expresó. 

"Invito a toda la gente a que se sume a las próximas actividades que vamos a realizar. La Justicia no puede actuar de la forma en que actúa. Van a tener que rever lo que hacen. Necesitamos tener gente con perspectiva de género (en el Poder Judicial), claramente no la están teniendo. Cobran miles de pesos (jueces y juezas, y), no están haciendo lo que tienen que hacer, es algo obligatorio (que acaten la Ley Micaela)", manifestó Morales Ríos.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación "es el paso siguiente" para Morales Ríos y García. Ambxs cuentan con el apoyo de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico. Morales Ríos resaltó que solos las organizaciones sociales les han brindado acompañamiento. Para ella, la enseñanza recibida desde el colectivo travesti-trans y feminista es que la "salida siempre es colectiva", consideró que esto también es para las víctimas de abuso sexual en la infancia. Expresó que la lucha sigue en las calles. 

"¿Quién te va creer a vos? yo soy el cura"

García esperaba que Lamas fuera juzgado. "Emilio Lamas me decía luego de cometer los abusos '¿Quién te va a creer a vos, si a mí me aman, yo soy el cura del pueblo', se sentía impune", recordó. "Hoy la justicia dictamina de tal manera que me vuelve a pegar violentamente. Me golpea psicológicamente. Quiero que llegue ese día del juicio, y responderle 'me creyeron Emilio, vos me violaste', tengo esa esperanza, que la justicia lo condene. Voy a seguir firme con esta lucha", expresó.

El denunciante contó que en 1991, siendo menor de edad pidió ayuda a la jueza de Menores Sylvia Bustos Rallé, pero esta magistrada no accionó. Dijo que eso está en un expediente que tiene el fiscal Obeid.

García sostuvo que espera conocer los fundamentos del fallo de la Corte de Justicia salteña, recordó que la misma Iglesia Católica consideró a Lamas culpable en un juicio eclesiástico y le quitó el estado clerical. "Esto golpea a muchas víctimas que están en silencio, que fueron abusadas por sacerdotes, algunos siguen ejerciendo el sacerdocio y no sé si seguirán abusando", afirmó. 

"Tenemos derecho al juicio (...) Queremos que se sepa la verdad y que la Justicia lo compruebe, de esa manera no nos van a borrar el dolor pero lo mitigarán. No sé porque han esperando tanto", sostuvo García, quien también pidió acompañamiento al pueblo salteño, para que "Que esta lucha sirva para que no haya más abusos de curas pedófilos".

Las acusaciones 

García denunció a Lamas en mayo de 2017 por delitos cometidos contra su integridad sexual durante su adolescencia en la parroquia de Rosario de Lerma, en 1989. El cura fue imputado recién el 17 de octubre de 2018 por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser el hecho cometido por un sacerdote y por la guarda y por abuso sexual simple agravado. 

Morales Ríos radicó la denuncia penal en 2018 en contra de Lamas por abuso sexual con acceso carnal. Relató que que siendo adolescente, aproximadamente de 13 o 14 años, se encontró con Lamas en la casa de un vecino donde había una reunión de catequistas y que el entonces sacerdote comentó que iba hasta la iglesia en Campo Quijano y le pidió permiso a su madre para que lo acompañe. Morales Ríos denunció que en el viaje fue sometida a tocamientos y comportamientos inadecuados por parte del cura quien luego de regreso en Rosario de Lerma, la llevó a la parroquia  con la excusa de “rezar” y allí abusó sexualmente de ella.