El entrenador de San Antonio Spurs, Gregg Popovich, no se calló y criticó fuertemente al presidente Donald Trump, por la situación que vive Estados Unidos luego de la trágica muerte de George Floyd. 

"Es increíble. Si Trump tuviera cerebro, aún si fuera 99% cínico, saldría y diría algo que una a la gente. Pero no le interesa unir a las personas. Así ha sido siempre. No hay nada que pueda hacer para mejorar esto porque es un imbécil trastornado", señaló a The Nation, para añadir: "Es muy claro lo que se necesita. Necesitamos un presidente que salga y diga que 'las vidas negras importan'. Sólo hay que decir eso. Pero él no lo hará porque eso es lo que los líderes hacen; él no puede hacer nada que nos ponga en un camino positivo porque no es un líder".

Popovich siguió disparando munición gruesa. "Al final, tenemos a un tonto en el puesto del presidente, mientras que la persona que realmente gobierna, el senador Mitch McConell, destruye los Estados Unidos para las futuras generaciones; Trump es una marioneta y lo curioso es que ni siquiera se da cuenta".

El referente de la NBA profundizó sus críticas al presidente norteamericano: "No es que sólo sea divisor, es destructor. Estar ante él te lleva a morir, te comerá vivo por sus propios objetivos. Me deja perplejo que tengamos un líder que no puede decir 'black lives matter'. Por eso se esconde en el sótano de la Casa Blanca. Provoca las situaciones y huye como un niño de escuela primaria. La verdad, creo que lo mejor es ignorarlo". 

Asimismo, Popovich analizó crudamente el actual estado de las cosas en el país del Norte. "Lo que me sorprende es que la violencia policial y el racismo es algo que ya vimos antes. Y nada cambia. Es por eso que las protestas han sido tan explosivas, pero sin liderazgo. Y sin entender cuál es el problema, nunca habrá cambio. Los estadounidenses blancos han evitado reconocer este problema desde siempre, porque ha sido nuestro privilegio el poder evitarlo. Y eso tiene que cambiar".

En este punto, el entrenador abundó: "Las protestas son necesarias, pero tienen que organizarse mejor. Es frustrante. Cuando el doctor Martin Luther King protestaba, sabías cuándo asistir y cuándo volver. Esto era una protesta no violenta, sabían que era sin violencia, pero ahora está todo turbio. Más liderazgo sería bienvenido para que estas increíbles demostraciones públicas no se usen para otro fin. Podemos limitar lo malo si nos organizamos mejor. Necesitamos cambiar, que el sistema cambie. Y yo estoy dispuesto para hacer mi parte", concluyó.